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“No hay inversión más rentable que la del conocimiento” declaraba Benjamin Franklin, y parece que, tantos años después, esta frase cobra todo su sentido en plena actualidad, gracias al desarrollo life long learning. ¿Pero cómo? En la era de la sobreinformación la lectura es más importante que nunca, “por su capacidad de reducir la velocidad y obtener una amplia perspectiva” como ejemplificaba en una reciente entrevista el ex presidente Barack Obama.
Cada día más empresas innovan dedicando un espacio a la lectura en sus oficinas
Bajo esta premisa, entra en juego la regla de las 5 horas – creada por el mismo Franklin -, una norma ideada para desarrollarse como persona y conseguir el éxito. Esta norma consiste principalmente en dedicar esas horas a la semana para aprender, llevar a la práctica eso que estamos aprendiendo, meditar y resolver los problemas del día a día.
En el desarrollo life long learning, la lectura tiene un papel primordial que debe promoverse dentro de las empresas
Es sabido la gran multitud de beneficios personales que puede aportar la lectura, no es de extrañar entonces que esta regla sea seguida por personalidades tales como Bill Gates, Marck Zuckerberg o Elon Musk; y que sus respectivas empresas sean las más exitosas e importantes del panorama internacional.
Zuckerberg lee un libro por semana mientras que Gates mantiene una media de 50 títulos al año. Imagen vía: El País
Consecuentemente, algunos de los principales beneficios que la lectura puede aportar a nuestro life long learning y nuestra una empresa son:
- La lectura aumenta la cultura corporativa. A pesar de los diversos departamentos, cada oficina puede elegir los libros que amplíen los conocimientos de cada uno, ya sean títulos genéricos (informática, idiomas, desarrollo personal) o específicos (economía, marketing, ciencias sociales); integrando así en su cadena de valores el aprendizaje continuo, imprescindible para el desarrollo de la compañía.
- Desarrolla las soft skills de cada empleado. Las habilidades interpersonales o soft skills se complementan con los conocimientos técnicos que hemos adquirido a lo largo de nuestra carrera (hard skills). Las habilidades de comunicación, trabajo en equipo, negociación o de análisis, son solo algunas de las habilidades tan necesarias en el día a día laboral que marcarán la diferencia de calidad de nuestro personal.
La lectura corporativa incentiva el desarrollo de nuestras soft skills, indispensables para el crecimiento de cada trabajador
- Fomenta la productividad, competitividad y creatividad. Una recomendación para empresas que deseen desarrollar estas aptitudes entre sus trabajadores sería la recomendación de títulos (en la que todos pudiesen aportar sus favoritos), la participación en un club de lectura y sobre todo la generación de un ambiente propicio en el que pueda dedicarse un tiempo a la semana para esta actividad.
Todos los beneficios que ofrece la lectura nos pueden ayudar dentro y fuera del trabajo
- Mejora la comunicación interna entre trabajadores. Si una compañía anima a leer un título genérico para todos los departamentos y grados, los trabajadores podrán conversar de su experiencia lectora con sus compañeros, reforzando los lazos laborales y destacando las enseñanzas sacadas de cada uno, promoviendo la comunicación interna de la oficina.
- Reduce el estrés y facilita la concentración. Las tecnologías han cambiado totalmente el modo de trabajo pero también han conllevado a una cierta procrastinación. Algo tan sencillo como leer un libro produce un progresivo descenso de la dispersión, además de reducir el estrés y facilitar el sueño. Ir descansados a la oficina es fundamental, y si además de ello podemos dejar a un lado durante un momento las preocupaciones de la semana por el placer de una buena lectura, ir a la oficina se hará mucho más agradable.
Gracias a la era digital, los contenidos adecuados para hacer crecer nuestra empresa y nuestro desarrollo life long learning están al alcance de la mano. Crear foros y club de lecturas online y poder buscar de un modo inteligente aquellos libros que más conocimientos nos pueden aportar a todos los niveles es ahora más fácil que nunca. Si “la lectura es a la mente lo que el ejercicio es al cuerpo” ejercitar nuestra empresa cada día debe ser fundamental. Cogito, ergo sum.
A. Sánchez