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ODILO: el templo del saber en la era digital

Escrito por: Julio Huete-16 mayo, 2019

El business angel y experto en emprendimiento Carlos Blanco (fundador de Grupo ITnet, Akamon Entertainment, Conector Startup Accelerator, Nuclio Venture Builder o el fondo de capital riesgo Encomenda Smart Capital, entre otros) la sitúa como una de esas startups que en un futuro no muy lejano formarán parte de los escasos –por el momento– unicornios españoles. Más allá de las predicciones de Blanco, ODILO está llamada, como sostiene su Chief Executive Officer y cofundador, Rodrigo Rodríguez, a “liderar una nueva era en el sector cultural”.

Su misión es promover la igualdad educativa poniendo a disposición contenido digital de alta calidad accesible y asequible para todos. Entre sus desafíos, mejorar el nivel de alfabetización, la creatividad y el pensamiento crítico de millones de lectores y estudiantes de todo el mundo. “Queremos que nuestros clientes alcancen sus objetivos de aprendizaje con un mayor rendimiento de la inversión en educación”, explica Rodríguez. Para ello, ha centrado su negocio en un modelo de marketplace en el que cualquier cliente puede adquirir contenido digital para ofrecerlo a sus usuarios en formato de préstamo, alquiler o suscripción

La startup colabora con más de 5.000 editoriales en todo el mundo para ofrecer más de 2 millones de títulos de alta calidad de libros electrónicos, audiolibros, videos y revistas, entre otros, en más de 40 idiomas. Probablemente, ODILO nunca hubiese nacido de no ser por la vinculación de Rodríguez con el mundo de la educación. Su padre trabaja en la administración en asuntos de tecnología en Murcia y llegó a tener cierta relación con el mundo de las bibliotecas, un segmento tradicional que incluso en días en los que Internet y las Redes Sociales han colonizado gran parte de nuestras vidas continúa siendo necesario.

Aliarse con la tecnología fue la estrategia de ODILO para prosperar. “En su momento nos planteamos: ¿por qué no hacer que las bibliotecas estén siempre disponibles a cualquier hora y en cualquier momento?”, recuerda Rodríguez respecto a los orígenes de la startup, que en 2015 fue capaz de facturar más de 1 millón de euros y hoy ya cuenta con el apoyo de 4.500 instituciones y de la Comisión Europea, dentro del proyecto de mejora de la alfabetización en Europa.

De Cartagena al resto del mundo 

ODILO ha realizado su propia revolución desde el punto de vista logístico. “Por ejemplo, en un colegio llenar bibliotecas escolares supone un coste de almacenamiento muy alto. Esto con el mundo digital desaparece, al igual que los profesores también ganan agilidad en su trabajo”, destaca Rodríguez. Sin embargo, su principal valor ha sido lograr una fortaleza tecnológica allí donde han logrado expandirse. “Nacimos en Cartagena y allí tenemos el centro de desarrollo y toda nuestra tecnología base. En estos tres años hemos ido incorporando a la empresa diferentes perfiles, especialmente con experiencia en multinacionales que han contribuido a nuestra expansión”. El resultado: oficinas en Denver, Nueva York, Ciudad de México y Bogotá, además de en Madrid y en su natal Cartagena.

Tras arrancar con varias rondas de financiación, ODILO se ha convertido en el líder global en el mercado de contenidos, con una oferta de productos completa –su lema es “bienvenido a tu propio Netflix”–, para el descubrimiento, gestión y distribución de contenido digital. Al estar basadas en datos, sus soluciones están totalmente personalizadas y ayudan a los usuarios a alcanzar sus objetivos académicos o comerciales. “Nuestra oferta completa de aprendizaje online ayuda a los alumnos a impulsar su pensamiento crítico, creatividad y sus habilidades de comunicación en entornos online”, cuenta Rodríguez.

El fundador destaca también la sencillez con la que la plataforma permite al usuario “formarse cuándo y dónde quiere en cualquier dispositivo”, además de “poder elegir qué va a aprender”. Por otro lado, la personalización es otro de los puntos fuertes de ODILO, gracias a los esfuerzos destinados en tecnología big data. “El sistema va guiando al usuario a través de recomendaciones. Es una experiencia muy sencilla e intuitiva”.

Este contenido ha sido publicado en la edición impresa del Anuario de la Innovación en España 2018