Categorías:
Etiquetas:
Con motivo del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, cada 2 de abril se celebra El día Internacional del Libro Infantil o, en inglés, International Children´s Book Day (ICBD). Este año, bajo el lema “los libros hacen grande lo más pequeño”, la autora lituana Inese Zandere y el ilustrador Reinis Petersons elaborarán un mensaje dirigido a todos los niños del mundo para promover esta celebración en bibliotecas, centros educativos, librerías, etc.
“Un libro infantil representa el respeto por la grandeza de lo más pequeño, representa un mundo que se crea de nuevo una y otra vez, una seriedad lúdica y preciosa” afirma la escritora infantil Zandere, y qué mejor fecha que el aniversario del creador de La Sirenita, el Patito Feo o El Soldadito de Plomo para honrar los primeros libros de los jóvenes. Los beneficios de la lectura (primero en voz alta y después leída por los mismos niños) son múltiples y cada vez se corroboran más sus efectos en el desarrollo posterior.
Para motivar a los escritores e ilustradores de este importante género, la Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil (OEPLI) y su asociación análoga IBBY (International Board on Books for Young People) convoca varios concursos; como el nacional Premio Lazarillo o los internacionales Hans Christian Andersen, el premio Asahi de la Promoción a la Lectura o el premio Astrid Lindgren, donde en todos ellos la máxima es hacer soñar y pensar a los lectores.
Además, existen numerosos recursos para encontrar títulos adecuados para los más pequeños. Profesores, bibliotecarios y webs especializadas pueden ayudar en la búsqueda de los libros más adecuados. Según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap), la lectura “mejora el desarrollo cognitivo, refuerza lo aprendido en clase y mejora su dominio del lenguaje”, mientras que a su vez la lectura en voz alta “estimula su mente, facilita el desarrollo psíquico, fortalece su imaginación y crea lazos afectivos”.
Cada año se agrupan más y más campañas: planes pediátricos promovidos por especialistas, innovadores métodos de aprendizaje con mascotas, programas internacionales de ayuda para acercar la lectura a los más desfavorecidos… Gracias a las tecnologías, los niños pueden pensar en la lectura de una manera más interactiva y buscar el género, los autores y el estilo que se prefieran. Como dijo una de nuestras autoras juveniles más recordadas, Ana María Matute, “la imaginación y la fantasía son muy importantes, puesto que forman parte indisoluble de la realidad de nuestra vida”. Desarrollar la imaginación, la personalidad… lo importante es recordar siempre que un niño que lee será un adulto que piensa.
A. Sánchez